sábado, 7 de abril de 2018

UN CASO ÚNICO EN LA HISTORIA DE LA MÚSICA

En esta ocasión exponemos un caso único en la historia de la música, se trata de dos canciones que comienzan con la misma letra, así que aunque este blog se titule: «UNA CANCIÓN, UNA HISTORIA», en esta ocasión no vamos a contar la historia de una canción sino la historia de dos canciones.

Una de ellas es «Ojos de gata» de «Los Secretos» y la otra «Y nos dieron las diez» de Joaquín Sabina.

A principios de 1991, Enrique Urquijo líder de «Los Secretos» y su mánager, Pedro Rodríguez Almeida, estaban en un bar de Madrid -llamado el Bwana-, y allí coinciden con Joaquín Sabina.
Enrique y Joaquín eran muy amigos y Enrique que estaba terminando su álbum «Adiós tristeza» le dice a Sabina si no tendrá algún material que pueda utilizar, porque anda escaso de ideas. Entonces Sabina le da a Enrique una servilleta con dos estrofas medio garrapateadas.

Enrique Urquijo se entusiasma con la letra y en el mismo taxi que lo lleva a su casa, con música de ranchera, termina la letra de la canción, que titula «Ojos de gata».

Por su parte Sabina sin saber que Enrique Urquijo ha hecho una canción con la letra que le cedió, hace lo mismo con aquellas dos estrofas y termina otra canción diferente que titula «Y nos dieron las diez».

Enrique Urquijo llama a Sabina y le cuenta que ha utilizado el material que le dio para hacer una canción y que la ha incluido en su nuevo álbum. Sabina, sorprendido le responde que él ha hecho lo mismo pero que no piensa utilizar la canción por el momento. Posteriormente Sabina cambia de idea y llama a Enrique para decirle que sí va a incluir la canción en su nuevo álbum «Física y Química».

En 1991 sale «Ojos de gata» en el álbum «Adiós tristeza» de los Secretos.
En abril de 1992 aparece el LP «Física y química» de Sabina que incluye «Y nos dieron las diez».

En los créditos de la canción de Los Secretos aparecen Enrique Urquijo y Joaquín Sabina como autores y en la de Sabina aparece sólo Joaquín Sabina, como autor de música y letra.

Las dos canciones comparten música de ranchera y también las dos primeras estrofas, pero cada una de ellas es reflejo de la personalidad de su autor.
«Ojos de gata» de Enrique Urquijo tiene un toque triste, derrotista, cuenta que después de un concierto el abuso de alcohol no le permite tener relaciones con una chica porque se queda dormido, ya que como dice la letra de la canción es un «chaval ordinario que se vuelve vulgar al bajarse de cada escenario».


Por el contrario «Y nos dieron las diez» tiene el toque canalla y descarado de Sabina que tras una larga noche termina acostándose con la chica «y nos dieron las diez y las once, las doce y la una y las dos y las tres y desnudos al amanecer nos encontró la luna.»


La primera estrofa que se repite en las dos canciones dice así: «Fue en un pueblo con mar una noche después de un concierto, tú reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto. Cántame una canción al oído...»
Otros versos que se repiten en ambas canciones con los siguientes: «esa noche canté al piano del amanecer todo mi repertorio».

Parece ser que la historia que se cuenta en la canción ocurrió en un pueblo de La Coruña llamado Pontedeume donde Sabina, después de un concierto, conoció a una chica que trabajaba de camarera en un bar situado en la Plaza del Ayuntamiento. Con el tiempo el bar cerró y abrieron en su lugar una oficina del Banco Hispano Americano.

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